Diario de Cobain

por · Abril de 2014

Lo siguiente es una versión libre del suicidio de Cobain. A 20 años de su muerte, el portavoz de la Generación X sigue presente como un grito.

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Lo siguiente es una versión libre del suicidio de Cobain. A 20 años de su muerte, el portavoz de la Generación X sigue presente como un grito. Como escribió Cristián Warnken, «cada uno de nosotros mata lo que ama y, sin embargo, no todos han de morir por ello».

La mitad de mi cara se repartió por los bordes más extraños e insólitos de mi habitación. Quedaron mis fibras pegadas por las paredes con el impacto de la belleza metálica que no se incrustó en mi cabeza, sino que la atravesó de norte a sur. No recuerdo cómo eran cada una de las sensaciones que me invadieron en el momento preciso en que presioné el gatillo, pero en una retrospectiva panorámica sentía, por primera vez en mi vida, que estaba haciendo lo correcto. Una niña prendió una vela a un recorte de revista en donde salía una mala reproducción de mi rostro, cuando aún estaba completo, apenas vio la noticia por la MTV. Se sintió desolada, sintió que su propio Jesucristo había dejado de existir. Ahora me tranquilizo —aunque estoy asqueado de escuchar “Smells Like Teen Spirit” en todas las emisoras del mundo, a cada instante— porque debo reconocer que nunca imaginé que aquel presionar del gatillo, que aquella explosión en mi cara, sería mi mayor hit.

Kurt Cobain
Diario de Cobain

Sobre el autor:

Daniel Hidalgo (@dan_hidalgo). Publicó los libros Barrio Miseria 221 (2009) y Canciones punk para señoritas autodestructivas (2011).

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