Cuento de hadas

por · Abril de 2014

Pixies sale a defender lo nuevo («No intentamos hacer cosas que ya hemos hecho») y lo viejo («Es como andar en bicicleta. No se olvida»).

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Su paso fue igual al de un ser místico, rápido y fulminante. Hicieron el sideshow, luego se presentaron en Lollapalooza y se fueron. Pixies está vivo aún. Su gira no es solo un movimiento noventero, sacaron tres EP (1, 2 y 3) y están próximos a lanzar Indie Cindy (a estrenarse el 29 de este mes en Estados Unidos), su primer álbum de estudio tras Trompe Le Monde (1991).

Desde ese entonces mucho ha pasado. Se rompió su formación original (aunque ellos mismos dicen que siempre ha estado su formación original), consiguieron un reemplazo que luego “partió” y, tras ese reemplazo, uno nuevo, procedente de esta región: Paz Lechantin, ex A Perfect Circle.

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Ojalá esta oración partiese con el cliché periodístico de «Sobre su nuevo trabajo se ha dicho de todo», pero ese es el gran problema: se ha dicho poco. Y de lo poco, no mucho es bueno. Rolling Stone le daba unas generosas dos estrellas y media, Pitchfork un 2.0, los fans tienen sus números y estrellas reservados en silencio, pero la defensa al nuevo trabajo no ha sido acérrima. Más bien, la defensa más común es «es un trabajo de transición», o «es una pincelada de lo que pueden hacer» y una de las explicaciones más cautivantes «es difícil salir del molde y empezar algo totalmente nuevo». Y esa, que puede sonar la explicación más mula, es la más cercana a la verdad. Lo nuevo de Pixies no suena mucho a Pixies, suena a una banda de garage que está buscando su sonido. Pero claro, si tienes casi 30 años de trayectoria, no es muy válida esa explicación. Sin embargo, son los Pixies. Este es su cuento de hadas.

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Es domingo, 30 de marzo, y atardece en Chile. En el parque O’Higgins es el turno de Pixies en el Coca Cola Stage. Y llegan a la escena. Formación original menos uno, más una invitada. El show es bueno, de calidad, bien alternado entre exitazos y sus tímidos temas nuevos, irreconocibles para muchos. Debe ser una sensación terrible ver cómo un montón de personas pasan de corear “Hey” a escuchar en silencio el nuevo tema “Magdalena”. Una sensación incómoda que Pixies ya debe haber visto en varios escenarios y que ha sabido soportar como gorilas en la niebla: en silencio, estoicos, como si nada ocurriese. Nada que ver con los Pixies que vinieron el 2010, que lejos de mirar el espectáculo que hacían, eran protagonistas de él, como chimpancés. Dos versiones diferentes para un show con los mismos monos.

La presentación es impecable. Tanto que llega a ser clínica. Años encima de un escenario pasan la cuenta y se te olvida que estás mostrando un disco nuevo que no todos conocen o que estás tocando para una audiencia que vive y que, solo una hora después, estará bailando “Wave of Mutilation” pero cantada por Arcade Fire.

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No intentamos hacer cosas que ya hemos hecho.

Mientras todavía estaban en territorio chileno, antes de la gira que los llevó a visitar casi toda Latinoamérica junto con Casablancas, Pixies habló. Su formación original —según lo que ellos dicen—, se presentó a la entrevista. Paz Lechantin, la nueva bajista, se quedó en el camarín. En vivo las cosas son muy diferentes: las guatas más pronunciadas, las arrugas se hacen notorias, las pieles cuelgan de manera más evidente y los 30 años de música se notan en sus manos y respuestas. Si se les pregunta por el sentido oculto de sus canciones (el suicidio en “Wave of Mutilation”, la alusión a Dios en “Monkey gone to Heaven” o si “Here comes your man” habla de la bomba nuclear o los vagabundos) ellos responden «somos los putos Pixies (hadas), mierda. Todo el tiempo escondemos cosas, hacemos caos».

Algunos críticos han sido bastante duros con su nuevo trabajo. Incluso se ha comparado con Doolittle y Bossanova.

Black Francis: No. No son los mismos miembros del grupo, no tienen la misma vibra, no suena a algo que hayamos hecho para nada. Todos tienen una onda diferente. No intentamos hacer cosas que ya hemos hecho.

Black Francis (© Carlos Müller)

Black Francis (© Carlos Müller)

Antes de estrenar el álbum han sacado ya 3 EP’s, ¿van a usar esta forma de ahora en adelante para publicar discos?

Joey Santiago: Hasta ahora ha funcionado.

David Lovering: Cuando estás en este negocio hay que intentar de todo. Queremos ser la banda que hace eso. Que intenta ese tipo de cosas nuevas.

Nuestros temas antiguos son como andar en bicicleta. No se olvida. Es una escuela.

¿Sienten nostalgia al tocar sus viejos temas ahora que viene un nuevo álbum?

BF: No. Usualmente no me siento nostálgico. Solo estamos tocando. No tengo ese tipo de sentimientos. Quizás si se siente entre el público que es suficientemente viejo para sentir eso, pero personalmente, no.

JS: Estoy de acuerdo, no lo siento. Solo quiero tocar las canciones.

DL: Es más un desafío tocarlas. Sin embargo, tocar las nuevas es emocionante. Nuestros temas antiguos son como andar en bicicleta. No se olvida. Es una escuela.

En Lollapalooza se congregaron varias bandas grandes que tuvieron éxito en los noventa, ustedes entre ellos. ¿Creen que hay una especie de boom por la música de esa época?

BF: No tengo idea.

DL: Lollapalooza (para ustedes) es como una vibra de nostalgia.

De todas maneras en esta parte del continente las bandas de los noventa son muy bien recibidas. Sobre todo cuando se reúnen y…

BF: (imitando a Chris Cornell) Sí, hay mucho de eso. Pero no, no, nosotros no estamos en eso.

Deal podría haber salido caminando por el escenario con un micrófono de esos que se ponen en la cabeza, como Britney, y chocar las manos del público coreando “Gigantic”.

¿Hay posibilidades de que Kim Deal regrese a tocar con ustedes?

BF: Podría haber aparecido en Lollapalooza. Haber saltado al escenario y decir «muchachos, esta noche tocamos “Gigantic”». Eso hubiese sido fantástico para la audiencia.

DL: Hubiese sido lo máximo.

¿No habría sido incómodo? Digo, teniendo nueva bajista en la formación…

BF: No, nada de eso. Deal podría haber salido caminando por el escenario con un micrófono de esos que se ponen en la cabeza, como Britney, y chocar las manos del público coreando “Gigantic”.

¿Cómo ha estado el tour con Paz Lechantin?

BF: Fantástico. Creo que nunca hemos estado más felices que ahora con nuestra formación. Se siente…

JS: Liviano.

BF: Eso. Muy liviano.

DL: Nos ha dejado con una buena sensación.

¿Va a estar colaborando con ustedes en su próximo trabajo?

JS: Es una posibilidad.

BF: Definitivamente. Si es que ella quiere.

DL: Es lo que queremos ahora, por lo menos.

Cuento de hadas

Sobre el autor:

Mariano Tacchi (@playeroycasual)

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